lunes, 14 de mayo de 2018

El poder de la mente. Cuando te olvidas de disfrutar...y de repente te acuerdas

Dicen que el aspecto mental marca la diferencia a partir de cierto nivel. Dicen que el estado de ánimo, motivación, etc juegan un papel fundamental en las adaptaciones que se producen durante el proceso de entrenamiento.

Siempre me han dicho que derrocho motivación, ganas...demasiadas a veces, y que tener tantas ganas alguna vez me ha perdido.

Todos los que practicamos deporte pasamos por rachas donde estamos arriba anímicamente y otras abajo...desde el pinchazo del Challenge Madrid mi cabeza ha deambulado aun no sé muy bien por dónde...el palo de preparar un IM y no poder hacerlo, unido a un comienzo de temporada dónde no encontraba sensaciones por ningún sitio, hicieron que me pasase al lado opuesto...desmotivación, desgana por entrenar y competir...las carreras que me tocaban hacer ni me gustaban, ni me apetecían, ni me motivaban...entré en el círculo vicioso de entrenar porque tenía que entrenar, cumplir porque hay que hacerlo y porque ya llegarán momentos mejores.


Comencé a engañarme a mi mismo para revertir la situación, ''me apetece correr, seguro que saldrá bien''...pero no disfrutaba, corría por los demás y no por mi...Decido correr Embrun porque es la carrera que puede darme un plus de motivación, me engaño y engaño a los demás de que es porque en el Challenge Madrid no habrá plaza ( que también, pero es una gran excusa)...las cosas así empiezan a cambiar, los ritmos empiezan a salir...algunos días me apetece sufrir de verdad, otros menos...Pamplona se acerca y la verdad es que no tenía las ganas que me caracterizan para correr, circuito feo para mi, posibilidad de quedar bloqueado en bici por un grupo, frío, viento...''¿por qué me voy a meter otra vez en lo mismo? llevo 3 meses así, esto no tiene sentido. Este no es tu sitio, no son ni serán nunca tus carreras, sal de aquí por Dios''.

Me frustro en la bici...saco 12 w medios menos que en Sevilla con un agotamiento de W' un 3% mayor (en castellano, menos watios con un mayor coste energético)...estando mucho mejor físicamente...con eso ya es fácil imaginarse la situación...mucha gente entrena como se compite, yo no, pero el sábado lo hice, 86 km de hiit jejeje. No disfruto, quiero que se acabe la carrera porque este estilo de carreras no son con las que me lo paso bien, no forman parte de mi filosofía, y yo hago triatlón porque me lo paso bien, durante 86 km entro en un debate interno bastante curioso.

Cuelgo la bici en la T2 y se cambia el chip...me pongo las zapatillas y todo fluye, vuelvo a pasármelo bien, me apetece darlo todo de verdad, por mi...me apetece correr por mi de verdad!, también por los demás: por los compañeros, director, CEO, Patxi, Lee...que estaban animando. No sé ni de que voy, no sé si los demás están lejos o no, ni sé a qué ritmo voy corriendo (miré por primera vez el reloj en el km14), sólo sé que salí muy rápido de la t2, tanto que probablemente alguno se asustó, quizás para que la carrera se acabase cuanto antes...sin embargo, enseguida me di cuenta de que me lo estaba pasando bien otra vez, que me encontraba bien y que después de muchos meses no quería que la carrera se acabase YA...que siga, que los puestos queden como están, eso da igual, corramos 42 kms! que no se acabe.

Quizás fuese porque al bajarme a la T2 sabía que ya se habían acabado las carreras frustrantes, aburridas (para mi) y que no me motivaban para entrenar, aunque sabía que tenía que hacerlo para las que vendrían...ponerme las zapatillas en esa T2 de Pamplona fue como quitarme 5kg de encima, quizás por eso corrí por fin rápido, en un circuito bastante difícil de hacerlo.


A pesar de obtener un resultado con el que no estaba satisfecho, porque creía que no se hacía justicia con el nivel que llevé para esa carrera...estaba más contento al acabar que al empezar...JODER! SE HA ACABADO YA! repetía en mi cabeza.


Hoy me levanté con una sonrisa inmensa, tan sólo dos días después de Pamplona me tocan 4 sesiones de entrenamiento y una semana por delante con mucho trabajo de alta intensidad y que será dura...¿pero sabéis una cosa? Me apetece la ostia! y me apetece correr en Guada, en Zarautz, en Alpe, en Embrun, en Pontevedra y en lo que venga!! Y llevarme al límite de los límites.


Porque sé que disfrutaré, y aunque salgan bien o mal, lo pasaré como un enano...

Nunca debemos abandonar nuestras raíces, y hacer siempre lo que nos motive...y siempre, siempre, no olvidarnos de disfrutar.



domingo, 6 de mayo de 2018

Lo que no se ve


A menudo me pregunto si me gusta más entrenar y competir o el entrenamiento.

Ayer mandaba por un grupo de personas a las que llevo los entrenos unas capturas de un fragmento de un artículo escrito por Clemente Alonso que decía algo así…’’cuando mencioné por twitter mis 215 vueltas a una piscina corriendo era por mostrar lo que implica estar en la mentalidad que se requiere para llegar a los niveles de desempeño más altos…….No se desempeña así por suerte, es porque se tiene la acritud para hacer lo que toca, sin que pese, más allá de dónde la inmensa mayoría lo haría. ’’
La ‘’pretemporada’’ se ha alargado un poco más de lo esperado, ha sido mucho más dura de lo habitual, he llevado al cuerpo a niveles de fatiga al que nunca antes lo había llevado, y he llegado a competir totalmente fundido. 


Hubo ‘’dudas’’ de si el cuerpo saldría del sobreentrenamiento y supercompensaría adecuadamente. Después, la correcta dosis de alta intensidad y el descenso del volumen, dejarían que el cuerpo supercompensase a la vez el motor se afinaba.




Dicho así parece muy sencillo. Llevo unos años estudiando el entrenamiento de forma autodidacta, leo todo lo que cae en mis manos, observo la manera de entrenar de las otras personas, intento saber siempre que es lo último que se está haciendo y que mejor funciona, y el PORQUE del por qué lo hace. Llevo unos meses formándome en la mejor universidad online para entrenadores, que cuenta con los mejores especialistas de lengua hispana y no hispana en sus respectivas áreas. Cuento ya con el título de especialista en triatlón, especialista en periodización y estoy cursando el especialista en ciclismo. Y en los próximos meses seguiré formándome, porque tengo la necesidad de saberlo todo!
Quiero decir, que la teoría me la sé, pero como atleta surgen dudas, miedos, a veces prisas…la gente no entiende que el proceso para preparar bien las bases y cimientos de la temporada es largo y duro, muy duro, yo he estado 4 meses arrastrándome por las esquinas. Creo que por ello siempre es necesario contar la figura de un entrenador, que te guíe, te ponga en tu sitio cuando hay que hacerlo, del que aprendas, pero también con el que puedas debatir. Mientras siga teniendo entrenador, sin duda seguiré contando con Carles Tur.


  
Y aquí estamos, para mí, a una semana de que empieza realmente la temporada. En un buen estado de forma, pero lo más importante, TANTO TRABAJO me ha permitido estar bien (pero no en un estado de falsa-forma), pero con mucho espacio para crecer (temporadas en progresión!!). Esto último resulta clave amigos…paciencia, hacerlas cosas bien, llegar en forma al inicio, pero con poco desgaste y habiendo construido muchas habitaciones en ‘’nuestra casa’’ para poder irlas llenando, en mi caso para seguir creciendo hasta las 3 carreras que están en mi cabeza y me están cegando bastante, Zarautz, Alpe D’Huez y Embrunman.





El sacrificio, la fatiga extrema, mantener la fe y la calma en los momentos más duros, saber encajar los golpes cuando tocan, el trabajo desde el ordenador, desde los libros, echando cálculos…es lo que la gente no entiende ni ve, pero es la clave de los futuros éxitos.

domingo, 25 de febrero de 2018

Asentando las bases. Benidorm 2018



La vida son momentos, y me siento afortunado por poder hacer lo que me gusta y por poder coleccionar tantos momentos increíbles.

Han sido tres semanas muy duras de entrenamiento, acumulando algo más de 90 horas de trabajo haciendo más hincapié en la bicicleta, con casi 1600 km de bici, poco más de 200 km de carrera a pie, 43km de natación y 6 sesiones de fuerza. En las que he aumentando el entrenamiento de alta intensidad.


El cansancio habitual del primer bloque de impacto del año, siempre duro, pero necesario para asentar los cimientos de los siguientes, ha hecho que tuviese algún día bastante malo, pero por suerte esta vez contaba con compañía para poder pasarlo mejor.

Suelo preferir entrenar solo, aunque con estos compañeros da gusto entrenar en grupo.
Harán falta más bloques y alguna que otra microcarga para poder llegar a un buen estado de forma, pero creo que estoy en el buen camino, y las sensaciones son mejores, sobre todo en bici y nadando, que el año pasado a estas alturas. Así que soy muy optimista para los meses que vienen.




Después de la tormenta viene la calma, y ahora toca descansar unos días y disfrutar más de Benidorm para que el cuerpo regenere lo mejor posible y poder ayudar al equipo lo máximo posible en el campeonato de España de duatlón de media distancia.


Dicen que las comparaciones son odiosas, y que si nos comparamos con los mejores momentos, muchos meses del año estaríamos frustrados, por lo que debemos tener paciencia y tomarlo con humor. Así que si hay alguna carrera del año para correr sin presión y solo por el placer de competir, esa es el duatlón de Orihuela…también hay que aprender, si no estamos para ir rápido, a disfrutar de la competición, de la experincia y de ir a tope.




martes, 16 de enero de 2018

ANb. Se hace camino al andar

Este fin de semana tocó la segunda visita a Bilbao, esta vez para conocer más a fondo a compañeros, calendario, sponsors, etc.

Dicen que si quieres ir rápido que vayas solo, y que si quieres ir lejos que vayas acompañado...yo creo que he conocido una manera de ir rápido y lejos.

Siempre he sido bastante individual, creo que, en parte, porque no he estado en los lugares adecuados. Sin embargo, desde que empecé en el triatlón, me preguntaba que pasaría si se mezclase el ambiente y el buen rollo del triatlón con la filosofía de los equipos ciclistas...y aquí está.



Los equipos en el triatlón, como en el ciclismo, creo que son necesarios, y es el mejor camino para que el triatlón se posicione en el lugar que merece.

Creo que ahora si, estoy mejor acompañado que nunca para seguir creciendo, tener a personas fantásticas volcadas con el proyecto y persiguiendo unos fines comunes es un arma muy poderosa, y contar con unos compañeras con una calidad humana y triatlética enorme, es otro empujón más.

Estoy seguro que la mezcla de las motivaciones personales con las grupales es altamente explosiva.
Tenemos la calidad y las ganas para ser el equipo más completo de España, no me cabe duda.


Por mi parte, la semana pasada fue la primera semana buena de entreno desde septiembre.
Un total de 14.500 metros de natación, 300km de bici y 65 de carrera a pie, con algunas sesiones con trabajo de alta intensidad.

Ahora toca aumentar progresivamente el trabajo de alta intensidad y los volúmenes de bici y carrera a pie, para llegar en condiciones aceptables al campeonato de España de Duatlón de Media Distancia.

Posteriormente tocará dar una vuelta de tuerca para llegar en buenas condiciones al Half de Sevilla y al Triatlón de Orihuela. Para finalmente, alcanzar mi máximo en el Campeonato de España de Media Distancia y en Zarautz.

Así pues, toca meterse en faena de nuevo. Más motivado y más confiado que nunca.



Se hace camino al andar compañeros.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Los sueños

Los sueños. ¿Qué son los sueños?

Los sueños son los que dotan a una persona soñadora de un aura especial, haciendo a esa persona incansable,  poseedora de una motivación abrumadora, de ese tipo de motivación que supera a lo racional y que no se agota. Incluso en los momentos más bajos, más duros, el soñador cree en él con una fe y determinación impactante.

Los sueños son el motivo por el que a los soñadores se les llama locos, inconscientes, temerarios. Son la razón por la que sacrifican cosas que otros jamás sacrificarían, por la que abandonan lugares, gente y trabajos, por la que caen en una obsesión que les hace llevar una conducta que roza el egoísmo.
Los sueños no se escogen, ellos se encargan de escogerte a ti. Los sueños se ven, es verdad, se ven en los ojos de los soñadores.

He visto ese brillo en los ojos en muchas ocasiones, lo he visto en los grandes deportistas, en el currante que me encuentro en la piscina o corriendo a las 8 de la mañana y en todas las salidas de una carrera, lo he visto en personas con dificultades que luchan por salir de ellas, en el universitario en su ansiada escalada hacia el éxito laboral y en los adultos ambiciosos de poder. Pero sobre todo, en los niños, los niños son los más y mejores soñadores, y creo, que los más felices, no sé si será coincidencia.

Creo que todos tenemos o hemos tenido sueños, y creo que nunca deberíamos dejar de creer en ellos. Los sueños son, sin duda, los que mantienen ilusión en la vida de las personas y los que, a veces, hacen que tengan sentido muchas cosas de ella.


Maldeciré el día en el que deje de perseguir mis sueños, aunque los sueños no siempre se cumplan, es más, creo que muy muy poca gente es capaz de cumplir su verdadero sueño. Ese sueño que te quita el sueño y te hace soñar despierto, el que te susurra al oído y el que martillea tu cabeza todos los días,  ese sueño es improbable que se cumpla, es cierto, pero quizás lo bonito sea simplemente eso, perseguirlo y soñar con él.

Cuando subo puertos a menudo me desconecto del alrededor, me transporto a un lugar entre Orio y Getaria, me veo subiendo Aia y el camping entre los pasillos humanos. Cuando corro por las pistas por las que entreno, a menudo temprano, sólo oigo mis pisadas y me respiración, y vuelvo a verme en el malecón ``humano´´ de ese pueblo, me imagino recorriendo sus calles rebosadas de gente y entrando en meta emocionado.

A veces, cuando intento dormirme, retumba en mi cabeza el nombre de un pequeño pueblo de los Alpes, y cuando cierro los ojos, su lago, el Izoard y la grandeza de la leyenda de ese lugar se me aparecen.

Soñar es gratis, y no deberíamos dejar nunca de hacerlo ni de perseguir los sueños, sino, tarde o temprano, nos arrepentiremos.



miércoles, 1 de noviembre de 2017

El campeón de invierno

Quizás sea por el reflejo del estresante y vertiginoso mundo el que se vive en pleno siglo XXI, o quizás sea porque el ser humano busca siempre el camino corto o los atajos, no sé.
Quizás pueda ser también porque la gente no tiene a alguien que le guíe, o tal vez porque tiene un guía inadecuado.

El caso es que vivimos en una sociedad que tiende a empezar por el final, ¿por qué? Supongo que porque los finales, si son felices, son más apetecibles, más reconfortantes.
El problema, es que el final, generalmente, sin un buen principio y un entramado coherente, no será un buen final.

Ha llegado el invierno, modelos de planificación de la temporada o de la distribución de la intensidad del entrenamiento, hay muchos. Planificaciones clásicas, planificaciones en ATR, planificaciones con CIERTOS principios de la planificación inversa…gente que entrenará entre umbrales, otros de forma polarizada u otros que periodizarán ambas distribuciones.

Pero todas y cada una de ellas, respetan dos principios básicos, el descanso y la progresión en las cargas de entrenamiento, sea a través de la intensidad o el volumen.
Noviembre y diciembre, incluso octubre en los más atrevidos, son meses que nos permiten contemplar auténticos atentados contra los principios básicos. Sólo basta con echar un ojo a nuestros Strava, a nuestra piscina, a las carreras populares, al Washap, al Facebook… triatletas martilleando semanas más propias de un PRO en plena preparación del objetivo principal, sesiones dignas de subir al Instagram (por cierto, no tengo Instagram), rodajes ‘’lentos’’ que superan los ritmos que se llevarán en la media distancia en primavera y verano, preparaciones inversas sin sentido ninguno en triatletas que están muy lejos de tener las ‘’batallas’’ necesarias para ello. Mientras Eneko Llanos posa tomando el Sol en un banco con una bici de paseo. El mundo al revés, aunque ya habrá tiempo de hablar de ese mundo al revés.

Volvamos a lo básico, el machaquismo ya es agua pasada, subamos de uno en uno los escalones, hagamos que nuestra escalera llegue más lejos y más alto, las escaleras de los ‘’campeones de invierno’’ suben muy rápido, creándose un estado de falsa forma, que dura hasta abril, con suerte hasta mayo, y justo cuando empieza lo importante, se acaba, y te lleva al precipicio. Lesiones por sobreuso o por olvidar el gimnasio, sobreentrenamiento, ritmos que en febrero parecían fáciles se convierten en agónicos en primavera, abandonos en competiciones porque ya no hay fuerzas, frustración y decepción porque una vez más no se consiguen los objetivos, y un largo etcétera.




Sinceramente, la mayoría de la gente está en un punto en que no necesita ‘’machadas’’, el estímulo de baja intensidad y volumen, en invierno,  es aún necesario y muy efectivo. La casa que se empieza a construir por el tejado se caerá.


Disfrutemos, la temporada es larga, acaba en septiembre u octubre, volvamos a lo básico, los mejores artistas lo hacen, vuelven a lo esencial, a los conceptos básicos, y cuando los dominan, entonces sí, ponen la guinda en su camino a la excelencia.

lunes, 30 de octubre de 2017

Año nuevo

Se acerca el 1 de Noviembre. Llevo empezando las pretemporadas en esta fecha desde que hice mi primera temporada de ciclismo, allá por el 2011.

Para muchos de nosotros la vida ya no se mide en años astronómicos, se mide en temporadas, el año acaba con la última carrera y empieza con el inicio de la pretemporada.
El período de transición entre temporadas suelen ser sólo días vacíos en los que la cabeza va a mil por hora, menos mal que comerse la cabeza no engorda. ``¿Qué hice bien? ¿Qué hice mal? ¿Tanto sacrificio merece la pena? ¿Qué deparará el próximo año? ¿Y si no supero el último año? Me siento cansado, supongo, que de no hacer nada, ¿y me tengo que poner a entrenar ya?''

A menudo en estos días me acuerdo de la gente y de los momentos que me dejé en el camino, lamentablemente alguien determinó que los días tuviesen tan sólo 24 horas. A veces pienso que si los días tuviesen 30h las personas se ahorrarían tener que tomar decisiones incómodas.
También me inquieta el vacío que deja el triatlón en mi vida cuando descanso, ``y si algún día dejo de hacer esto, ¿con qué ocupo su lugar?´´

Pero justo en el instante en el que las preguntas me acorralan, llega el 1 de noviembre, me pongo las zapatillas, y vuelta a empezar.
Empieza la historia de todos los años, de noviembre a enero es la introducción de la película, hay dudas de si será buena o no, de si de verdad enganchará. De enero hasta la primera carrera, en marzo o abril, me empieza a enganchar, las dudas y preguntas desaparecen. De ahí hasta septiembre soy un autómata disfrutando como un enano del desarrollo de la película. A partir de septiembre trato de alargar la película lo máximo posible a pesar de que sé cómo y dónde va a acabar realmente.

Y siempre estoy convencido de que no puede haber película mejor para mi, de que tan sólo necesito esto. Entrenar y aprender sobre entrenamiento, mejorar, competir, viajar, conocer carreras, lugares, aficiones, vivir momentos indescriptibles y conocer personas increíbles con las que compartir todo esto.
Así que estoy listo para entrar en mi sala de cine, seguro que en cuanto me de cuenta estoy con el neopreno puesto en el primer triatlón del año.

Dicen, que a veces, hay que hacer lo que se siente, y no lo que se piensa.