Siempre me han dicho que derrocho motivación, ganas...demasiadas a veces, y que tener tantas ganas alguna vez me ha perdido.
Todos los que practicamos deporte pasamos por rachas donde estamos arriba anímicamente y otras abajo...desde el pinchazo del Challenge Madrid mi cabeza ha deambulado aun no sé muy bien por dónde...el palo de preparar un IM y no poder hacerlo, unido a un comienzo de temporada dónde no encontraba sensaciones por ningún sitio, hicieron que me pasase al lado opuesto...desmotivación, desgana por entrenar y competir...las carreras que me tocaban hacer ni me gustaban, ni me apetecían, ni me motivaban...entré en el círculo vicioso de entrenar porque tenía que entrenar, cumplir porque hay que hacerlo y porque ya llegarán momentos mejores.
Me frustro en la bici...saco 12 w medios menos que en Sevilla con un agotamiento de W' un 3% mayor (en castellano, menos watios con un mayor coste energético)...estando mucho mejor físicamente...con eso ya es fácil imaginarse la situación...mucha gente entrena como se compite, yo no, pero el sábado lo hice, 86 km de hiit jejeje. No disfruto, quiero que se acabe la carrera porque este estilo de carreras no son con las que me lo paso bien, no forman parte de mi filosofía, y yo hago triatlón porque me lo paso bien, durante 86 km entro en un debate interno bastante curioso.
Cuelgo la bici en la T2 y se cambia el chip...me pongo las zapatillas y todo fluye, vuelvo a pasármelo bien, me apetece darlo todo de verdad, por mi...me apetece correr por mi de verdad!, también por los demás: por los compañeros, director, CEO, Patxi, Lee...que estaban animando. No sé ni de que voy, no sé si los demás están lejos o no, ni sé a qué ritmo voy corriendo (miré por primera vez el reloj en el km14), sólo sé que salí muy rápido de la t2, tanto que probablemente alguno se asustó, quizás para que la carrera se acabase cuanto antes...sin embargo, enseguida me di cuenta de que me lo estaba pasando bien otra vez, que me encontraba bien y que después de muchos meses no quería que la carrera se acabase YA...que siga, que los puestos queden como están, eso da igual, corramos 42 kms! que no se acabe.
Quizás fuese porque al bajarme a la T2 sabía que ya se habían acabado las carreras frustrantes, aburridas (para mi) y que no me motivaban para entrenar, aunque sabía que tenía que hacerlo para las que vendrían...ponerme las zapatillas en esa T2 de Pamplona fue como quitarme 5kg de encima, quizás por eso corrí por fin rápido, en un circuito bastante difícil de hacerlo.
A pesar de obtener un resultado con el que no estaba satisfecho, porque creía que no se hacía justicia con el nivel que llevé para esa carrera...estaba más contento al acabar que al empezar...JODER! SE HA ACABADO YA! repetía en mi cabeza.
Hoy me levanté con una sonrisa inmensa, tan sólo dos días después de Pamplona me tocan 4 sesiones de entrenamiento y una semana por delante con mucho trabajo de alta intensidad y que será dura...¿pero sabéis una cosa? Me apetece la ostia! y me apetece correr en Guada, en Zarautz, en Alpe, en Embrun, en Pontevedra y en lo que venga!! Y llevarme al límite de los límites.
Nunca debemos abandonar nuestras raíces, y hacer siempre lo que nos motive...y siempre, siempre, no olvidarnos de disfrutar.